Una de las razones de interés de escribir sobre esta vitamina K, es porque no se publica mucho en las revistas médicas o no
se discute el beneficio de la Vitamina K en la función cerebral y es que apenas se esta conociendo sus beneficios.
La vitamina K la encontramos en las hojas verdes y verduras como la acelga, el coliflor, la lechuga romana, el perejil, el brócoli, las espinacas, el repollo y hojas de nabos, entre otros.
La dosis diaria recomendada en un adulto varia de 90 a 120 mcg, 75 mcg en embarazadas y adolescentes. Los niños promedian 55 mcg según NIH en su oficina nutricional.
Se sabe muy bien que la vitamina K, juega un rol importante en la activación de la cascada y factores de coagulación, también en la formación de los huesos mediante la osteocalcina, y a su vez esta producción hormonal ayuda a regular la glicemia, mejorando el gasto energético y al fertilidad masculina.
En otros estudios se ha evidenciado el beneficio de la Vitamina K sobre la prevención de tumores hepatocelular, y evita la formación de los ateromas y la calcificación en la circulación o vasos cardiacos.
A nivel cerebral la vitamina K evita el estrés oxidativo de las células nerviosas, regulando así los radicales libres. Al parecer la Vitamina K tiene un efecto antiapoptótico y anti inflamatorio en el sistema nervioso, mediante la activación de la proteína plasmática dependiente de la vitamina k, llamado gen 6 GAS6 y proteína S.
La Vitamina K ayuda en el proceso metabólico de tipo lipídico llamado esfingolípidos, que participa en la proliferación , diferenciación y sobrevivencia de la neurona como una respuesta preventiva a la neurodegeneración, siendo muy interesante su aplicación en aquellos pacientes con riesgos del deterioro cognitivo y demencias.
En relación a la demencia del Alzheimer, la vitamina K puede prevenir la apoptosis inducido por la sustancia Amiloide AB disfuncional, citados por investigadores de la Universidad de Roma y publicado por la revista Front Neurol 2019, aunque hay una correlación importante de la deficiencia de Vitamina K y la función cognitiva en su revisiones científicas, no es definitiva pero si valiosa para continuar estudiando.
A su vez la vitamina K, juega un rol importante en la protección de la hipoxia celular y mejorando la circulación cerebral, debido a la regeneración vascular activada través de la proteína GAS6.
El problema surge cuando se toma anticoagulantes o medicamentos que interfieren en el proceso metabólico de la vitaminas K, como es el caso de pacientes con alto riesgo cardiovascular o pacientes con antecedentes de ACV por causa hipertensiva o deterioro cognitivo vascular.
El otro problema tiene que ver con el hábito nutricional con respecto a la ingesta de los vegetales y verduras mencionados, ya que el consumo de ensaladas en algunas personas es bajo, pues para nadie es un secreto que existe un porcentaje de la población que no tienen hábitos alimenticios saludables, sin embargo en los últimos años ha habido un crecimiento con tendencia a despertar esa conciencia de alimentación saludable buscando resultados positivos tanto en el aspecto físico como en la salud en general.